Habiase una vez una corsaria,
que robó miradas y corazones,
navegando prestamente,
por oceanos verdes.
Sus puertos blancos,
llenos de redes,
cubiertos de cal,
que delimitan su campo.
De oceano a oceano,
con rapidez y agilidad,
se presta a la lucha,
sin huir ni correr.
Su valentia causa escosor,
entre aquellos que dicen,
que eso no es de mujeres,
ella rompe esquemas.
Sueña con una proyección,
llegar a otros mares,
fundar nuevos oceanos,
de verde pasión.
Organizada como solo ella puede ser,
es la lider natural,
mezcla perfecta de liderazgo y femeneidad,
solo su pelo observo desde la oscuridad.
No se deja ver facilmente,
el misterio es su lema,
entre sombras la busco,
solo la encuentro por pedazos.
De nuevo se embarca,
como todas las semanas,
en un viaje eterno,
en busca de otro oceano.
El puerto de cal blanca,
le muestra el camino,
mientras ella avanza,
se queda con mi alma.
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